Los medios de comunicación son uno de los engranajes básicos de la sociedad del siglo XXI. Esta trascendencia, cobrada fundamentalmente en el siglo XX, tiene que ver con su condición de principal vía de información de un creciente número de regiones del planeta. Dentro de sus atribuciones debieran estar las de informar, crear un espacio de pluralismo en sus opiniones y fomentar el debate democrático. Sin embargo, los medios de comunicación responden también a intereses empresariales y políticos en su proceso de alimentación recíproca. Armand Mattelart, uno de los grandes teóricos de la comunicación, reflexiona sobre estas cuestiones en una entrevista realizada por Roberto Aparici, profesor de la Facultad de Educación de la UNED.
Armando Mattelart
Terminado el bachillerato se incorpora Armando Mattelart a una comunidad de monjes seculares en Bretaña, y un año más tarde vuelve a Lovaina para cursar Derecho y Ciencia Política en la Universidad Católica. Posteriormente, en París, realiza estudios de Demografía, en el Instituto de Estudios Demográficos fundado en 1947 por Alfredo Sauvy (1898-1990), quién había acuñado en 1952 la fórmula «tercer mundo» –ese tercer estado constituido por los países pobres del mundo que no pertenecían ni a la nobleza capitalista del primer mundo ni al clero comunista del segundo mundo–.
Al concluir sus estudios recibe un nombramiento como experto del Vaticano en políticas de población, y en 1962 es enviado a la Universidad Católica de Chile. Aunque matrimonió en Chile en 1963 con una francesa (a la que conoció de estudiante en París), se casó a la francesa, y Michèle Mattelart perdió su apellido de soltera (despersonalización de la mujer por el matrimonio que no sucede, como se sabe, en los países de la hispanidad).
Encargados inicialmente de confrontar desde la perspectiva espiritual católica los modelos estratégicos de planificación familiar que estaban implantando las fundaciones Ford y Rockefeller, en el contexto de la Alianza para el Progreso (ALPRO, constituida en 1961 en Punta del Este, bajo los auspicios de la OEA y del presidente Kennedy –reunión en la que Cuba estuvo representada por Ernesto Che Guevara–), que propugnaban la limitación en el número de nacimientos para «mejorar la vida de todos los habitantes del continente», la propia dinámica de la realidad y la necesidad de la Iglesia católica de adaptarse al avance de la revolución latinoamericana impulsada sobre todo desde la Cuba comunista, determinó que fueran encargados de adentrarse en los terrenos de las estrategias de comunicación aplicadas al combate ideológico, político y social, para poder construir alternativas ideológicas y políticas tanto al comunismo ateo como al imperialismo protestante norteamericano.
Siempre en el entorno de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Armando Mattelart pasó a colaborar desde sus inicios en el Centro de Estudios de la Realidad Nacional CEREN –fundado en 1968 bajo los auspicios de esa universidad católica– y dirigido por Jacques Chonchol (uno de los fundadores del Movimiento de Acción Popular Unitario MAPU –partido reformista escindido en 1968 de la Democracia Cristiana, que en 1969 formó parte de la Unidad Popular UP–, ministro de Agricultura de 1970 a 1973 en el gobierno socialdemócrata de Salvador Allende, militante luego de Izquierda Cristiana de Chile IC y exilado a Europa).
Las primeras investigaciones del CEREN –en el que colaboraron Armando Mattelart, Michèle Mattelart, Mabel Paccini, &c.– se centraron en análisis estructurales izquierdistas de la prensa liberal, las revistas de ídolos y la prensa pseudo-amorosa (Armando Mattelart estudió con detalle el diario liberal El Mercurio).
El CEREN, uno de los órganos de la Pontificia Universidad Católica, a través sobre todo de sus Cuadernos de la Realidad Nacional, se convirtió en uno de los principales centros generadores y emisores de ideología durante el régimen socialdemócrata de Salvador Allende (1970-1973), a la moda francesa del estructuralismo postconciliar, aplicado a la comunicación educativa, el análisis de los discursos, los estudios culturales, la economía política de los medios masivos, &c. Armando Mattelart y Ariel Dorfman publicaron en 1971 el famoso panfleto Para leer al Pato Donald, manual de descolonización antinorteamericana, donde desde un análisis estructural supuestamente marxista (y ya puestos, hasta leninista), se denuncia la penetración mediática yanki a través de los comics de Disney y se interpreta a la célebre familia de patos como malvados agentes del imperialismo cultural propagador del modo de vivir norteamericano (la circunstancia de que este libro fuera censurado en los EEUU ayudó notablemente a su fama entre la progresía internacional, y a que se convirtiese en uno de los libros de ensayo más vendidos en la iberoamérica de los años setenta).
La revista cubana Pensamiento Crítico publicó en 1971 dos artículos de Armando Mattelart. De hecho en el último número de la revista (nº 53, junio de 1971), tras la críptica despedida de su Consejo de Dirección, colocaron, y sin duda no por casualidad, el artículo «El medio de comunicación de masas en la lucha de clases», de Armando Mattelart, presentado por la revista como «Sociólogo, investigador del CEREN (Centro de Estudios de la Realidad Nacional) de la Universidad Católica de Chile» (pág. 171), lo que nos permite confirmar la ingenua voluntad (¿o quintacolumnismo?) de aquellos voluntariosos propagadores de la revolución latinoamericana al buscar como compañeros de viaje (no se olvide que la revista la abrieron con un texto del presbítero guerrillero Camilo Torres) a quienes habían de llevarles de una izquierda políticamente definida de quinto género o comunista (a lo sumo con irisaciones de la sexta generación, maoísta o prochina), a los territorios de las izquierdas indefinidas anegadas y domesticadas en las socialdemocracias liberales postsoviéticas.
Tras el golpe de Augusto Pinochet retornó Armand Mattelart a Francia, donde a sus 37 años tuvo que recomenzar su carrera académica. En 1974 trabajó en la película La espiral, dedicada a justificar las circunstancias de la vía chilena al socialismo, y pronto fue integrado como profesor invitado en la Universidad de París VIII Saint-Denis, en la que, al llegar Mitterand al poder, pudo obtener una cátedra de Ciencias de la Información y de la Comunicación, desde la que convertirse en teórico, ideólogo y comunicólogo globalizado al modo francés.
|
Bibliografía cronológica de Armando Mattelart en español:
A continuación presentamos una serie de articulos preparados por este importante investigador de la comunicación a los cuales puedes acceder con solo un click. |
Entrevista a Armand Mattelart El sociólogo que desnudó al Pato Donald y el modelo estadounidense
La sociedad de la información es un mito.
Entrevista realizada a Armand Mattelart sociólogo y teórico de la ciencia de la información y comunicación., en el marco del Tercer Foro Social Mundial. Junto a José Zepeda, Mattelar repasa la situación actual de los medios de comunicación.
Su vocación es la necesidad de comprender los procesos de la comunicación desde las relaciones políticas, económicas, sociales y culturales donde se gestan los movimientos y el sentido primario de ellas. Para el logro de sus propósitos apela a la cultura y a los procesos de reproducción social. Mattelart conserva el mismo espíritu crítico que le dio celebridad mundial. Su gran pasión ha sido desde la década de los sesenta, del siglo pasado, elaborar análisis que posibiliten preguntarse y actuar sobre el paradigma del derecho a la comunicación del conjunto de la sociedad. En estos cerca de cincuenta años las cosas han cambiado profundamente, y los nuevos tiempos de globalización reclaman una aproximación que rescate, simultáneamente, los grandes aciertos analíticos del pasado con las nuevas proyecciones del presente. Nuestro entrevistado pasa su mirada, y su búsqueda de sentido con evidente intención didáctica, por la teoría y la práctica de la comunicación, principalmente de América Latina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario